Si, era mesera en un país que no era el mío (los venezolanos me entenderán) Trabajaba casi 10 horas diarias, un solo día libre a la semana y un sueldo que apenas podía comer, pagar universidad y un cuarto compartido.
Hasta que en pandemia cuando pensé que todo iba a empeorar, Dios me respondió la oración que le hacía todos los días: Señor ayúdame a tener un negocio que pueda manejar mi propio tiempo y viajar a Venezuela cuando quiera a ver a mi familia.
OJO yo pedía un negocio físico, pero no tenía idea lo que eso implicaba: nóminas, renta, facturas, deudas y pare de contar. Pero como Dios es perfecto en todo lo que hace, me presentó algo MUCHO mejor: el trabajo remoto como Asistente Virtual
No tenía idea de que esto se podía hacer, y la verdad es la fecha y no dejo de agradecerle a Dios por esto, por que dejé de tener la depresión migratoria, empecé a tener calidad de vida y lo mejor: me regresé a mi país, tengo una estabilidad que me permite llevar a mis papás de viaje y disfrutar conmigo.
Con 4 años de experiencia como asistente virtual y sin ningún título universitario, sé que tú también puedes lograrlo. ¡Te guiaré paso a paso para que construyas una carrera freelance exitosa!